Conducir una moto ofrece una sensación de libertad incomparable, pero también exige una responsabilidad adicional en materia de seguridad. En Autoescuela PEPE, formamos a futuros motoristas con un enfoque integral que va más allá del examen: queremos que disfruten de la carretera con plena confianza y protección.
El primer pilar de la seguridad en moto es el equipamiento adecuado. Un casco homologado, guantes, chaqueta con protecciones, pantalón resistente y calzado específico no son accesorios, sino elementos que pueden salvar tu vida. Revisar su estado antes de cada salida es un hábito que todo motorista debe incorporar.
La posición sobre la moto también influye en el control y la visibilidad. Mantén una postura relajada pero activa, con los brazos ligeramente flexionados y los pies bien apoyados en los estribos. En curvas, inclínate con la moto, sin forzar el cuerpo, y dirige la mirada hacia la salida de la curva.
La conducción preventiva es especialmente crucial en dos ruedas. Los motoristas son más vulnerables y menos visibles para otros conductores. Circula siempre con luces encendidas, evita los ángulos muertos de los coches y mantén una distancia de seguridad generosa. En intersecciones, reduce la velocidad y prepárate para reaccionar.
Otro aspecto clave es adaptarse a las condiciones climáticas. La lluvia, el viento o el asfalto deslizante multiplican los riesgos. En estas situaciones, aumenta la distancia de frenado, evita movimientos bruscos y utiliza un vestuario que te proteja del frío y la humedad.
Finalmente, el mantenimiento de la moto no puede descuidarse. Revisa regularmente la presión de los neumáticos, el estado de los frenos, la cadena y los niveles de aceite y refrigerante. Una moto en buen estado responde mejor en situaciones de emergencia.
En Autoescuela PEPE impartimos formación específica para moto, incluyendo prácticas en circuito cerrado y consejos personalizados. Porque creemos que la seguridad no es una opción, sino la base de cada kilómetro que recorres.